Antes de saber si una persona o una empresa necesita un concurso de acreedores, debemos analizar su situación, pero antes veamos las consecuencias de no solicitar un concurso cuando se está obligado legalmente.
Sin paños calientes, un concurso no presentado en plazo fijado legalmente implica que el concurso se declare CULPABLE.
Si es persona natural empresario o no, muy probablemente no podrá acogerse al BEPI (beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho), es decir, no podrá gozar de la “segunda oportunidad”, ya que se requiere que el concurso sea declarado FORTUITO.
La principal responsabilidad en una empresa mercantil es que el administrador que no presente el concurso en plazo, estando obligado a ello, podrá ser RESPONSABLE LAS DEUDAS DE LA SOCIEDAD.
Responsabilidades por no solicitar el concurso de acreedores
Veamos las dos vertientes, caso de concurso de una mercantil y caso de concurso de una persona física (sea empresario o no)
Si el administrador de una compañía resultad declarado persona afecta en la pieza de calificación del concurso, significará que debe asumir una serie de responsabilidades, que son:
- Obligación de pago de las deudas del concurso no satisfechas
- Prohibición de ejercer como administrador por un periodo que irá de los 2 a los 15 años.
- Pierde los derechos económicos que ostentase sobre la empresa concursada (salarios, préstamos otorgados, etc,…)
La más relevante, aunque todas tienen su trascendencia, es la de ser responsable de las deudas concursales. Pero que un administrador sea condenado a pagar de su propio bolsillo, por ejemplo el 50% de las deudas de la empresa, puede implicar la ruina absoluta de esa persona.
Si es la persona física, empresario o no, que no presenta el concurso o lo hace de forma tardía, puede verse en la dificultad e incluso imposibilidad de acogerse a la Segunda Oportunidad, o como se llama actualmente BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho). Esto para una persona física es terrible, pues estará sometido bajo la Espada de Damocles hasta que logre satisfacer toda la deuda que tenía.
¿Cuándo estoy obligado a presentar el concurso de acreedores?
- No se puede pagar regularmente a los acreedores (dificultad y aplazamiento en el pago de nóminas, facturas, y demás obligaciones)
- 3 meses de deudas frente a la Administración Pública (ya sea Hacienda o la Seguridad Social)
- 3 meses de impago de salarios a los trabajadores
- Existen ejecuciones o apremios administrativos y no hay bienes suficientes
- Hay embargos que afectan a la totalidad de la empresa
- Hay una (o varias) sentencia/s que declaran la insolvencia laboral o civil de la empresa
Síntomas que denotan la necesidad o posibilidad de un concurso de acreedores
Por ello es muy importante, ante la más mínima señal, asesorarse, informarse, y consultar con un experto. Muchos empresarios son/somos (en ocasiones) algo perezosos, y lo digo sin ánimo de ofender. Da “pereza” dedicar ese preciado bien llamado «tiempo» a efectuar una consulta porque no se ve aprecia o valora que esa consulta sea productiva. Se suele creer que es mejor ir a hacer un presupuesto, vender, organizar a los trabajadores, etc,…, y naturalmente eso es muy importante, pero hacer una breve pausa, a tiempo, es de vital importancia, tener la calma y la perspectiva real del negocio es fundamental. Asesorarse en un determinado momento sobre que opciones se tienen, y así poder tomar la mejor decisión, con todo el abanico de posibilidades, es infinitamente mejor y mucho más productivo.
Aun así, muchos empresarios no piden cita con el abogado para consultarles opciones ante una situación de dificultad financiera en la empresa, o comentan con el economista o asesor fiscal, que aunque los hay muy preparados, no suelen tener conocimientos ni ser expertos en derecho concursal. Por eso, os doy una serie de aspectos, y si te sientes identificado con 3 de ellos, no lo dudes, necesitas asesorarte, quizás aún no estés con el agua al cuello, pero créeme si te digo que vas necesitando bañador, y si son más de 3 prepara el flotador, los manguitos o el bote salvavidas, y suerte, algunos se salvaron con el hundimiento del Titanic, aunque no fueron muchos la verdad…
- Llega el trimestre y pido aplazamiento en el pago de los impuestos
- Debo cuotas de autónomo y/o de seguridad social
- Debo salarios, y/o no he podido pagar las pagas extras
- Pido a mis acreedores/proveedores que tengan paciencia y les retraso el pago (no cumplo o lo hago muy tarde)
- Suelo negociar con los proveedores nuevos vencimientos de sus facturas (cumplo con dificultad)
- Recurro a financiación de bancos (póliza o préstamo) para poder ir pagando deudas
- Recurro a recursos propios (ahorros) para afrontar las deudas del negocio
- De forma general, no puedo cumplir con mis obligaciones de pago
En caso de persona física no empresario
- Tienes serias dificultades para poder vivir día a día
- Debes recibos de luz, agua, comunidad,…
- No puedes pagar las cuotas de los préstamos
- Has recibido (o vas a recibir en breve) el aviso del banco por acumulación y retraso en el pago de la hipoteca
Solución
Naturalmente, la solución pasa por la estrategia, el buen asesoramiento y el saber detectar los síntomas anteriores a tiempo.
Si bien, la labor de un buen abogado, de un EXPERTO, es sacar el mejor resultado posible de una situación compleja y que roce lo imposible. No obramos milagros, pero somos realistas, y muchos de nuestros clientes quedan muy satisfechos con los resultados conseguidos. En materia concursal hay un sinfín de posibilidades y opciones que permiten resurgir de las cenizas, cual Ave Fénix.
Ya sabes, si tienes algunos síntomas, no dudes en asesorarte, ya sea conmigo o con otro profesional, pero asesórate, y espero que te hayan convencido mis palabras. La diferencia de hacerlo conmigo es que soy directo, muy claro cuando expongo el daño, la causa, y la posible solución. Y muy sincero, pues tal como lo vea te lo diré, incluso si la situación no es tan grave, o el daño es muy leve y la solución no es el concurso de acreedores, lo digo claramente, y te acompaño en el proceso alternativo que lleve a tu empresa o negocio, o a tu vida a una mejor situación.